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AMANDA

¿QUÉ HACE FALTA PARA VOLVER A LA REALIDAD?

Esta es la traducción del artículo original:



Discurso de Helen Joyce en el Bigger Picture Lisbon (27-29 septiembre 2024)
Genspect. 10 octubre 2024

Ya estoy de vuelta en el Reino Unido después de asistir a la tercera conferencia Genspect, en Lisboa, y quedarme unos días de vacaciones. Pienso que la conferencia fue un éxito. Compartiré algunas reflexiones más sobre ella en el próximo número [de Joyce Activated], pero primero, aquí están mis notas ordenadas para mi conferencia.


Ha pasado casi un año y medio desde la primera conferencia Genspect, en Killarney, Irlanda, y de lo que hablé allí fue de cómo lo que se está haciendo en las clínicas de género no es medicina, aunque lo parezca. Es una farsa de posverdad que se basa en los signos y símbolos de la medicina basada en la evidencia (consultas, diagnósticos, medicamentos y cirugías) mientras ignora su espíritu. Es reconocido que Judith Butler dijo que el género era una "imitación sin un original": un conjunto de prácticas ritualizadas que adquieren significado solo porque se realizan una y otra vez. Bueno, la medicina de género tiene un original (medicina real), pero consiste en prácticas ritualizadas que son todo forma y nada de sustancia.


Y situé esto en un panorama más amplio de un marco político e ideológico emergente al que llamé hiperliberalismo o hiperindividualismo. Lo que voy a hacer hoy es volver a examinar ese marco y mostrar cómo trastoca no sólo la ley y la medicina, que es de lo que hablé la última vez, sino también la ciencia, el arte, la educación, la protección y la formulación de políticas de todo tipo.


Y luego daré algo de esperanza porque lo mismo que hace que esta idea sea tan universalmente destructiva (es decir, que es totalizadora porque todo está conectado) es algo bueno cuando se está en la delantera. También daré algunos consejos prácticos sobre cómo contraatacar, extraídos de haber escuchado las historias de la gente durante años y de ver el resultado de las encuestas y los grupos de discusión.


Bien, primero el hiperliberalismo o el hiperindividualismo. Para recapitular, se puede pensar en lo que significa ser una persona de manera comunitaria o individual. Desde un punto de vista comunitario, somos personas porque somos humanos. Tenemos mucho en común entre nosotros, y esos sentimientos, entendimientos, intereses, deseos compartidos, etc., son la razón por la que somos capaces de tener un concepto del bien común y por la que incluso pudimos pensar en escribir una “declaración universal de los derechos humanos”.


Si lo piensas, sin una naturaleza humana compartida no podrían existir los derechos humanos. No se podría decir que “la violación y el asesinato son malos”, porque ¿por qué? Estamos seguros de que son malos, de que las víctimas son en verdad víctimas –que no quieren ser violadas o asesinadas– porque existe una naturaleza humana. No es que la cultura no tenga influencia en lo que pensamos que es bueno o malo, y no es que todos seamos iguales o que todos queramos exactamente las mismas cosas. Es que tenemos cosas fundamentales en común. Por eso podemos decir que es bueno no ser torturado –eso es el Artículo 3, libertad de no ser torturado ni tratado de forma inhumana o degradante– y por eso los padres fundadores de Estados Unidos tomaron como algo evidente que las personas desean la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.


Pero también somos individuos, y eso también tiene sentido para lo que significa ser humano, ser bueno, ser feliz y prosperar. Gran parte de lo que creemos que significa ser feliz es estar autorrealizado, ser libre para tomar decisiones y elegir por nosotros mismos lo que significa vivir la “buena vida”.


Una forma de entender la diferencia entre las personas con inclinaciones conservadoras y liberales es cuál de estas dos cosas buenas, que están en tensión, consideran más importante. ¿Es necesario que las personas se vean limitadas por la sociedad, que intenten vivir de acuerdo con una idea externa de lo que es bueno? ¿O es necesario que las personas sean lo más libres posible para perseguir su propia idea de felicidad y ser lo más conscientes posible de lo que personalmente encuentran atractivo, de sus propias particularidades y de su yo interior?


Lo que hemos visto no solo en los últimos años, sino en los últimos siglos, es el progreso del lado liberal de este equilibrio, y ahora se ha llevado al extremo.


Está surgiendo una mentalidad que sostiene que todos tenemos naturalmente una comprensión correcta de nuestro verdadero yo, a menos que la sociedad nos haya distorsionado y deformado. Que no puede ser malo “ser uno mismo” o “traer todo tu ser al trabajo” porque eres la única autoridad sobre ti mismo y no puedes equivocarte. Que cada vez que una persona dice que es algo y “las autoridades” no están de acuerdo, son las autoridades las que no sólo están equivocadas sino que son malvadas, en el sentido de que están obligando a las personas a vivir de manera inauténtica. La “autoidentificación de género” es, entonces, una obviedad. Si piensas que la autodeclaración de otra persona te perjudica, debes estar equivocado, porque por definición, las personas que se comprenden a sí mismas están haciendo algo virtuoso y digno de elogio.


Lógicamente, esto es ridículo. No podemos vivir todos en esplendor solitario representando nuestras propias obras de teatro unipersonales. Compartimos el escenario. Metafóricamente hablando, el marco de los derechos humanos y otras leyes son lo que nos dice cuándo nos toca ser el actor principal, cuándo tenemos que aceptar un papel secundario y cuándo tenemos que ser el público.

El marco de los derechos humanos y otras leyes son lo que nos dice cuándo nos toca ser el actor principal, cuándo tenemos que aceptar un papel secundario y cuándo tenemos que ser el público.

Más que eso, esta mentalidad es irremediablemente ingenua. Obviamente, las personas a veces son malos actores que buscan lastimarse mutuamente, incluso mintiendo, incluso diciendo mentiras sobre sí mismas. Y cuantos más incentivos haya para mentir y menos consecuencias negativas haya, más gente lo hará.

Las personas a veces son malos actores que buscan lastimarse mutuamente, incluso mintiendo, incluso diciendo mentiras sobre sí mismas. Y cuantos más incentivos haya para mentir y menos consecuencias negativas haya, más gente lo hará.

El resultado es que seguimos teniendo un marco legal que se supone que se basa en una comprensión compartida de lo que significa ser humano y prosperar. Muchos de estos derechos consisten en tomar nuestras propias decisiones y expresarnos como queramos, y los derechos humanos de cada persona están limitados no sólo por los derechos de otras personas, sino por cuestiones como la “buena administración”, la “salud pública”, etc..


Y, sin embargo, ha surgido un nuevo sistema de creencias dentro del marco liberal de los derechos humanos que se ha apropiado de su lenguaje sin que nadie lo haya reconocido. Este marco se basa en pruebas objetivas para determinar qué tipo de creencias están incluidas, cómo equilibrar los derechos cuando entran en conflicto y cuándo tienen prioridad otras consideraciones. Pero el hiper individualismo hace que esas pruebas, con su necesidad de equilibrio y criterios objetivos, sean imposibles.


Tomemos como ejemplo la privacidad y la libertad de expresión: si el supuesto “derecho a la privacidad” de una persona es ocultar su sexo, pero yo puedo ver fácilmente ese sexo y deseo expresarlo, ahora no puedo hacerlo. Porque lo que para mí funciona como una exigencia de la otra persona de poder ocultar su sexo es para ella una expresión de su verdadero yo: el de género, no el de sexo.


Vale la pena detenerse un momento para registrar cómo este cambio no sólo destruye los derechos humanos, sino que utiliza la maquinaria de las leyes de derechos humanos para trabajar en contra de los derechos humanos. Silenciar a otras personas sobre un hecho perfectamente obvio que todo el mundo puede ver –que alguien es hombre o mujer– ahora tiene la fuerza de un derecho humano detrás, a saber, la privacidad, cuando en realidad es una violación de derechos –una grave infracción de la libertad de expresión de otras personas.

Silenciar a otras personas sobre un hecho perfectamente obvio que todo el mundo puede ver –que alguien es hombre o mujer– ahora tiene la fuerza de un derecho humano detrás, a saber, la privacidad, cuando en realidad es una violación de derechos –una grave infracción de la libertad de expresión de otras personas.

De manera similar, la autoidentificación significa que un hombre que se desnuda frente a mujeres desnudas en un espacio supuestamente exclusivo para mujeres está haciendo algo correcto y apropiado si se identifica como mujer.


Una vez más, esto no es sólo una destrucción de los derechos humanos, es una inversión total. Y no es una violación de los derechos humanos cualquiera, es un delito sexual sancionado por el Estado –voyeurismo y exposición indecente – y una violación del Artículo 3. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado que ser obligado a desnudarse delante de alguien del sexo opuesto viola el Artículo 3, el derecho a no sufrir torturas ni tratos inhumanos o degradantes. Y hay que tener en cuenta que el Artículo 3 es un derecho absoluto, no limitado.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado que ser obligado a desnudarse delante de alguien del sexo opuesto viola el Artículo 3, el derecho a no sufrir torturas ni tratos inhumanos o degradantes. Y hay que tener en cuenta que el Artículo 3 es un derecho absoluto, no limitado.

El hiper individualismo es también hiper subjetividad. Si nunca se puede medir a un hombre, no se pueden establecer estándares o criterios objetivos, y no se puede categorizar. Si se quieren hacer generalizaciones, esas generalizaciones sólo pueden hacerse bajo títulos como: “las personas que se consideran pertenecientes a una determinada categoría, para la que no puedo dar una definición objetiva, dicen que experimentaron cosas que entendieron como ejemplos de un cierto tipo de experiencia, para la que tampoco puedo dar una definición objetiva”.


No se puede decir: los hombres cometen la mayoría de los crímenes violentos, o la mayoría de las víctimas de violación son mujeres, o que casi todos los que trabajan como bomberos son hombres, o que todos los seres humanos que alguna vez se han quedado embarazadas son mujeres. No se puede hacer ninguna prueba de la “persona razonable”.


Todos los límites se disuelven. De eso se trata la teoría queer: hacer imposible decir que algo es diferente o está separado de cualquier otra cosa. No se puede decir que las cosas sean objetivamente buenas o malas, excepto que es definitivamente malo estar en desacuerdo con la autocategorización de alguien.

Todos los límites se disuelven. De eso se trata la teoría queer: hacer imposible decir que algo es diferente o está separado de cualquier otra cosa.
Esto rompe las instituciones, y específicamente las rompe en su propósito

Esto rompe las instituciones, y específicamente las rompe en su propósito. Si una organización fue creada para educar, comienza a adoctrinar, a enseñar mentiras y a castigar a cualquiera que señale que son mentiras. Si fue creada para proteger, comienza a trabajar para aumentar los riesgos de daño y abuso para las personas vulnerables. Si fue creada para promover la libertad de expresión, se convierte en un censor. Si fue creada para apoyar y fortalecer a las mujeres, en cambio comienza a marginar y menospreciar a las mujeres y a promover a los hombres en su lugar.


También destruye campos enteros del esfuerzo humano. Tomemos la investigación científica. Daré un ejemplo que escuché hace poco de un revisor de una entidad financiadora de investigaciones. Le enviaron una propuesta para investigar un resultado dañino específico del embarazo. El investigador estaba claramente informado y apasionado por el tema, y la propuesta era excelente, excepto que entre los criterios de inclusión estaba “haber dado a luz recientemente, identificándose como mujer”, y entre los de exclusión estaba “no ser una mujer trans”. Pero ¿qué pasa con las madres que no se identifican como mujeres? ¿Y realmente queremos que nuestra ciencia la hagan personas que han logrado confundirse sobre si una mujer trans puede dar a luz? Cuando el revisor hizo un seguimiento, quedó claro que el investigador sí lo sabía, pero no había sabido cómo formular los criterios sin ser criticado por ser “transfóbico”.


Ese investigador dio por sentado que las personas quieren tener buena salud. Que sabemos cómo se curan las heridas bien y mal, y que es mejor que se curen bien. Que una mujer que ha dado a luz tiene ciertas vulnerabilidades y riesgos, y que tal vez querríamos investigar cómo –a primera vista– hacer que sea menos probable que se orine al estornudar, o que sufra dolor de espalda porque sus músculos centrales nunca se recuperan, o que deje de tener sexo placentero porque su episiotomía le dejó una cicatriz dolorosa.


El investigador no dijo: ¿qué es el dolor sino una categoría construida socialmente? O: ¿no es estigmatizante para las personas incontinentes sugerir que sería mejor no tener incontinencia de esfuerzo como resultado de dar a luz? O: ¿no es heterosexista la expectativa de que una mujer quiera seguir teniendo sexo coital pene-en-vagina después de dar a luz? Esa investigación se basó en ideas de humanidad común, de lo que significa que los órganos funcionen de manera saludable, de que el dolor es peor que la falta de dolor, de que es bueno poder seguir teniendo relaciones sexuales cuando se desea y de proteger la fertilidad de las personas para que puedan elegir si quieren o no tener un bebé en lugar de que se les prive de esa opción.


En otras palabras, para hacer una buena investigación, hay que considerar algunos resultados como mejores que otros y juzgar los resultados según criterios objetivos.


¿Qué sucede cuando se abandona la objetividad y los conceptos de resultados “mejores” y “peores”? Lo que se obtiene son artículos como este: Incertidumbre médica y reproducción de lo “normal”: toma de decisiones en torno a la terapia con testosterona en el embarazo transgénero. Habla de cómo la incertidumbre con respecto al uso de testosterona en el embarazo alimenta “prácticas de precaución de género que trabajan para evitar riesgos potenciales mediante la protección de embriones, fetos, niños y familias por encima de todo… impulsadas… por un enfoque en intentar (re)producir cuerpos y personas normativas… implican evaluaciones potencialmente preocupantes de los tipos de riesgos que la exposición a la testosterona en los entornos prenatales y posparto puede plantear para el desarrollo posterior del niño y del adulto: a saber, probabilidades potencialmente mayores de autismo, obesidad, condiciones intersexuales, ser lesbiana y/o trans”.


No es mejor para tu bebé nacer “normal” y “sano” que discapacitado o no saludable, y si crees que lo es, eres un intolerante. (Y ten en cuenta que se incluye la palabra “lesbiana” entre las patologías graves). Yo llamo al artículo “tener un bebé discapacitado para fastidiar al cisheteropatriarcado”.

(Por cierto, ese artículo fue financiado por el Consejo de Investigación Económica y Social, es decir, por los contribuyentes).


No sólo la investigación médica, sino también la atención sanitaria se ven trastocadas dentro de este nuevo marco. Al menos hasta hace unos años, los profesionales sanitarios se formaban dentro de la tradición científica objetiva. Eso significaba diagnóstico diferencial, autoinforme validado, síntomas objetivos y comprensión del funcionamiento saludable, y qué causa las enfermedades y cómo progresan.


Las clínicas de género están trabajando dentro de este sistema: realizan consultas, toman análisis de sangre, ofrecen diagnósticos, escriben recetas, derivan a otros especialistas, hacen afirmaciones sobre los resultados y la eficacia, pero nada de lo que hacen es realmente medicina. La clínica de género es un escenario, un telón de fondo, sobre el que las personas pueden representar sus identidades. Nótese que no es sólo "no medicina", es antimedicina. Produce mala salud y daño.

La clínica de género es un escenario, un telón de fondo, sobre el que las personas pueden representar sus identidades. Nótese que no es sólo "no medicina", es antimedicina. Produce mala salud y daño.

Leí una gran expresión recientemente: Tooth Fairy Science [n.t. ciencia del Ratón Pérez]. Fue acuñada por Harriet Hall, una doctora que murió el año pasado, que era defensora de la medicina racionalista y opuesta a la charlatanería.


Escribió: “Si no consideras la probabilidad previa, puedes terminar haciendo lo que yo llamo la ciencia del Ratón Pérez. Puedes estudiar si dejar el diente en una bolsita genera más dinero del Ratón Pérez que dejarlo envuelto en un kleenex. Puedes estudiar el dinero promedio que queda por el primer diente en comparación con el último. Puedes correlacionar las ganancias del Ratón Pérez con los ingresos de los padres. Puedes obtener datos confiables que sean reproducibles, consistentes y estadísticamente significativos. Crees que has aprendido algo sobre el Ratón Pérez. Pero no es así. Tus datos tienen otra explicación, el comportamiento de los padres, que ni siquiera has considerado. Te has engañado a ti mismo al intentar investigar algo que no existe”.


La medicina de género podría llamarse la medicina del Ratón Pérez Malvado. La idea de que usar bloqueadores de la pubertad para poner un palo en la rueda en el desarrollo del cerebro, el cuerpo, la personalidad y la sexualidad de un adolescente podría ser una solución para todo es un desastre. Pero desafortunadamente esa hipótesis ya está ahí y estamos haciendo esa investigación.

 

Estoy segura de que habrás notado lo feas que son todas las representaciones visuales producidas por los grupos de presión trans y los activistas de la justicia social. Por lo general, siguen el estilo llamado Memphis corporativo: personas con manchas, colores de piel planos e irreales, sin expresiones, a veces sin rasgos faciales, manos y pies sin dedos, proporciones y formas distorsionadas. En este estilo, la única diferencia entre hombres y mujeres es el peinado y la ropa.


Obviamente, esto es muy útil para un movimiento que busca sugerir que somos mujeres si tenemos el pelo largo y senos, y hombres si tenemos el pelo corto y no tenemos senos. Pero la maldad de este estilo va más allá. Afirma estar motivado por un deseo de ser diverso e inclusivo, pero busca lograrlo no retratando ejemplos individuales de la condición humana (dolor, imperfección, superación, sufrimiento, coraje, alegría, etc.), sino siendo estereotipado y no específico. El buen arte no son generalidades, es observado con atención y expresivo.


Este estilo parece más siniestro cuando te das cuenta de lo fácil que es usarlo para dibujar tipos de cuerpo poco saludables o antinaturales. Personas enormemente obesas, sin miembros, cicatrices de mastectomía... todo el mundo parece igualmente inexpresivo e irreal. Una cosa es tratar de evitar estigmatizar a las personas cuyos cuerpos no alcanzan algún ideal platónico, y otra muy distinta es pintar toda la lucha y el sufrimiento. Este estilo no es simplemente inhumano, es antihumano.

Este estilo parece más siniestro cuando te das cuenta de lo fácil que es usarlo para dibujar tipos de cuerpo poco saludables o antinaturales. Personas enormemente obesas, sin miembros, cicatrices de mastectomía... todo el mundo parece igualmente inexpresivo e irreal

Lo mismo sucede con la escritura. Voy a tomar como ejemplo una reseña en Substack de Holly Math Nerd de una novela corta llamada "Their Troublesome Crush" de Xan West (la reseña completa está detrás de una plataforma de pago).

Aquí está la sinopsis del libro:


En esta novela corta romántica poliamorosa queer entre hombres y mujeres, dos metamours [esto significa personas que se acuestan con la misma persona] se dan cuenta de que están enamorados el uno del otro, mientras planean juntos la fiesta de cumpleaños de su pareja compartida. Ernest, un hombre trans judío, autista, demiromántico, queer, gordo y sumiso, y Nora, una mujer cis, queer, gorda y discapacitada, tienen que lidiar con una diferencia de edad, el deseo de no arruinar su encantadora dinámica poliamorosa como metamours, el hecho de que Ernest nunca se ha sentido atraído por una persona cis antes y la realidad de que se sienten románticamente atraídos el uno por el otro, todo mientras planean la fiesta de cumpleaños de su dominante y tratan de hacer un muy buen trabajo.

Busqué reseñas; esta era típica.


“Este libro estaba repleto de representación y, honestamente, fue un placer. Personalmente, no soy pervertido ni poliamoroso, así que, si lo eres, este libro probablemente te funcionará incluso mejor que a mí. Pero soy queer y autista, y me encantó específicamente la representación del autismo. Me hizo sentir muy seguro y muy visible. Por supuesto, la representación queer también fue genial, pero simplemente no veo una buena representación del autismo muy a menudo, así que esto significa mucho para mí”.


Como dice la crítica, Holly, que padece varias enfermedades graves: “Cuando decido darle a un personaje de mi creación parte de la complejidad que conozco bien por vivir en mi cuerpo físico o prestar atención a otros que se enfrentan a sus propios desafíos físicos, intento que el personaje se realice más plenamente”. “Their Troublesome Crush” no es eso. Es lo contrario. Sus personajes son estereotipos, y profundamente desagradables.


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Creo que todos somos conscientes de lo que está sucediendo en la educación debido a estas ideas, pero solo daré un ejemplo.


Una amiga tiene una hija de cuatro años que acaba de empezar la escuela. Ya ha tenido su primera lección de educación sexual y de relaciones. En ella, la maestra les pidió a los niños que pensaran qué juegos y juguetes son para niñas, cuáles son para niños y cuáles no. Las notas de la maestra tienen los ejemplos obvios de muñecas para niñas y camiones para niños, y dice cosas como que los juegos de mesa son para ambos. Cuando mi amiga le preguntó a la maestra sobre la lección, le dijo que se trataba de “inclusión”, porque se suponía que los niños debían descubrir que hay juguetes con los que todo el mundo puede jugar.


La profesora parecía perfectamente amable y no estaba claramente loca, pero no comprendió que esta lección era claramente el comienzo de un plan de trabajo que pretende haber llevado a todos los niños, al final de la escuela primaria, al punto en que crean que si juegas con muñecas eres una niña y si juegas con camiones eres un niño, y probablemente que si te gustan los juegos de mesa eres no binario.


Cuando una mentira está incrustada en un sistema, con el tiempo se propaga por todo ese sistema, y luego todos los que trabajan dentro de él tienen que tratar de proteger la mentira evitando acercarse a ella. Es peor que un vacío, que con el tiempo tiende a hacerse más grande: es un vacío del que tienes que apartar la vista y evitar mencionarlo.

Cuando una mentira está incrustada en un sistema, con el tiempo se propaga por todo ese sistema, y luego todos los que trabajan dentro de él tienen que tratar de proteger la mentira evitando acercarse a ella. Es peor que un vacío, que con el tiempo tiende a hacerse más grande: es un vacío del que tienes que apartar la vista y evitar mencionarlo.

Quiero dar un ejemplo claro. Muchos de ustedes aquí sabrán que Sonia Appleby era la responsable de protección en GIDS, fue sancionada por plantear sospechas sobre salvaguardas y llevó con éxito al GIDS ante el tribunal laboral. Bueno, lo que llevó a la acción disciplinaria contra Sonia fue que mencionó a uno de los abusadores de niños más notorios y prolíficos de Gran Bretaña, Jimmy Savile.


Después de su muerte, se supo, como sucede tan a menudo, que mucha gente sabía o debería haber sabido que algo estaba pasando, pero no hizo nada.

Siempre que capacitaba a sus colegas en protección, Sonia mencionaba a Savile de manera rutinaria, con el argumento de que es responsabilidad de todos estar atentos y hablar, y que no solo las personas sino también las instituciones pueden ser manipuladas y ser cómplices. Un colega se sintió profundamente ofendido ante la idea de que se lo pudiera considerar en riesgo de ser cómplice de abuso infantil y presentó una denuncia. Se incluyó una carta en el expediente de Sonia por comportamiento supuestamente poco profesional e inapropiado.


Después de la muerte de Savile hubo investigaciones oficiales y disculpas públicas y la típica tontería de que “hay que aprender lecciones”. Bueno, resulta que la lección de Jimmy Savile es: no mencionar a Jimmy Savile. Las instituciones que tienen una mentira en su corazón, como la de GIDS, es decir, la mentira de la identidad de género, terminan desmoronándose en su propósito.


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Creo que he defendido la idea de que la ideología de la identidad de género es totalizadora: la misma mentira destruye instituciones y campos de actividad muy diferentes de maneras que parecen diferentes, pero todos están conectados. Ahora, pensemos en cómo se puede revertir.

Creo que he defendido la idea de que la ideología de la identidad de género es totalizadora: la misma mentira destruye instituciones y campos de actividad muy diferentes de maneras que parecen diferentes, pero todos están conectados.

Primero, ¿dónde centrar los esfuerzos? La gente tiende a notar primero una parte del problema y a tratar de solucionarlo allí, en parte porque de lo contrario parece demasiado grande para corregirlo, pero también porque hacer algo concreto significa tener cierta experiencia: conocer los marcos, los términos técnicos y los estándares profesionales de un campo, y a quién se puede convencer. Así que tiene sentido que, si uno trabaja en un campo en particular, trabaje en ese campo.


En términos más generales, si hay un problema en particular que te vuelve particularmente loco, ese puede ser el lugar por donde empezar. Es como dicen los entrenadores personales y los fisioterapeutas: el mejor tipo de ejercicio es el ejercicio que haces tú. No tiene sentido decir que el campo a través puede ser mejor para ti que la zumba si odias el campo a través y te gusta la zumba. Harás la zumba y no el campo a través. Así que si lo que te vuelve loco es la amenaza a los niños, o a la libertad de expresión, o a las lesbianas, o lo que sea, céntrate en eso.


Pero haré tres observaciones generales:


  1. No se agoten ni se pongan en riesgo indebido. No pierdan su trabajo. Traten de no perder amigos y realmente traten de no perder a su familia.


  2. Siempre que sea posible, concéntrense en las instituciones, no en las personas, y en las reglas, no en ejemplos individuales. Opten por las autoridades locales o las cadenas de escuelas en lugar de las escuelas, y por las escuelas en lugar de los profesores individuales. Lo mejor de todo es centrarse en los responsables políticos.


  3. Si están traumatizados, naturalmente querrán centrarse en lo que es más importante para ustedes, y hay muchas personas en esta sala que han sido traumatizadas por el impacto en sus hijos y que se han lanzado a esta lucha. Por supuesto que está bien. Pero también escucho a personas que me cuentan en privado su propia historia familiar terrible y luego se disculpan por no hacer nada públicamente, a menudo porque necesitan proteger lo que queda de la relación con su hijo o porque tienen miedo de volverse locos. Es como si necesitaran una absolución por no haber dado un paso adelante, y esa es una presión irrazonable a la que someterse. Los que vemos el problema pero no nos afecta personalmente debemos dar un paso al frente. En particular, la protección infantil no es tarea de los niños, es de los adultos. Los niños en edad escolar no deberían tener que ser valientes.


Pero si lo que estás preguntándote es dónde es probable que el activismo dé frutos primero, o qué argumentos es probable que muevan a la gente en una conversación cara a cara, puedo darte la respuesta porque nosotros (Sex Matters) hemos realizado grupos de discusión.


En general, la mayoría de las personas están en el lugar correcto, pero no les gusta la idea de ser malas o groseras, y definitivamente no quieren ser las que tengan que decir "no" a nadie. Puedes ver el impacto de la capacitación en el lugar de trabajo: la gente dice espontáneamente que "cambiar de género" es "poco profesional". Quieren "vivir y dejar vivir", y realmente, realmente, no han pensado en los espacios exclusivos para mujeres.


En su mayoría, saben perfectamente que la gente no puede cambiar de sexo, pero creen que quienes quieren hacerlo son muy pocos y sufren profundamente. Creen que los médicos descartan a los que tienen posibilidades y que la “transición” significa algo; utilizan expresiones como “si han pasado por el cambio” o “si se han operado” o “si han hecho la transición completa”. Cada vez más personas conocen a alguien trans o a alguien que tiene un hijo que se identifica como trans, y claramente no quieren discutir con él. Pueden sentir simpatía personal.


Pero hay dos temas en los que la gente está casi automáticamente donde queremos que esté, y son la medicina de género infantil y los deportes. Creemos que es porque en ambos casos hay un marco moral de fácil acceso que no tiene nada que ver con el identitarismo y que no trae a la mente las falsas analogías (con la liberación de la mujer, los derechos civiles o el matrimonio homosexual) que tanto atormentan este tema. En el caso de los niños, la gente simplemente piensa que “son demasiado jóvenes” para ser dueños de sí mismos, y mucho menos para hacer algo irreversible. Y en el deporte femenino, siempre vuelven a decir que “no es justo”.


Bueno, sin duda queremos acabar con la medicina de género infantil y proteger el deporte femenino, pero eso no es suficiente, y entonces es cuando puede empezar a funcionar con nosotros aquello que nos ha causado tantos problemas cuando se difundió esta idea, es decir, que todo está conectado.

Sin duda queremos acabar con la medicina de género infantil y proteger el deporte femenino, pero eso no es suficiente, y entonces es cuando puede empezar a funcionar con nosotros aquello que nos ha causado tantos problemas cuando se difundió esta idea, es decir, que todo está conectado.

“Deporte” significa “vestuarios” y también competiciones. Significa el proceso de desarrollo y también las competiciones de élite, y eso significa deporte en las escuelas. Y si no se puede mentir sobre quién es un niño y quién es una niña cuando practican deporte, ¿cómo se puede mentir sobre ellos en otras partes de la escuela?


No a la medicina de género infantil” significa poner fin a la idea del “niño trans”. Significa dejar de enseñar a los niños que la transición es algo. Significa que no se puede pretender que todos los niños son niñas o que todas las niñas son niños. Y una vez que se deja esa pretensión, resulta obvio lo que significan las palabras “niño” y “niña” en las normas y medidas de protección de la escuela.

No a la medicina de género infantil” significa poner fin a la idea del “niño trans”. Significa dejar de enseñar a los niños que la transición es algo.

Y si no se puede dejar entrar a los niños en los espacios reservados a las niñas en las escuelas sin poner en peligro a las niñas, y no se les puede prohibir la entrada sin tener claro quién es en realidad una niña y quién un niño, entonces se puede hacer lo mismo con los adultos. Primero en los lugares donde hay alguien que sabe quién es cada uno y que tiene el deber de cuidar de ellos, por ejemplo, las cárceles y los lugares de trabajo. Y luego también en otros espacios, porque si los hombres no pueden usar los baños de mujeres en el trabajo, entonces ¿por qué demonios les permitimos que lo hagan en el centro comercial?

Y si no se puede dejar entrar a los niños en los espacios reservados a las niñas en las escuelas sin poner en peligro a las niñas, y no se les puede prohibir la entrada sin tener claro quién es en realidad una niña y quién un niño, entonces se puede hacer lo mismo con los adultos

Ésta es la verdadera importancia de la prohibición de los bloqueadores de la pubertad en el Reino Unido. En realidad, no son una opción de tratamiento seria en el Reino Unido; no creo que más de unos centenares de niños los hayan tomado, y ciertamente no más de unos pocos miles. Lo que son es un recurso retórico y argumentativo.


El mero hecho de su existencia significa que, en principio, es posible empezar a presentar a un niño pequeño a todo el mundo que lo rodea como del sexo equivocado e imaginar que podrás salirte con la tuya de forma permanente. Si sabes antes de empezar que llegará la pubertad y revelará la mentira, es menos probable que empieces. No hay una posición intermedia, de mentirles y engañar a los niños temporalmente, sabiendo que en el futuro no podrás detener su desarrollo mental, físico y sexual y, en última instancia, mutilarlos para que la mentira nunca se revele. Para empezar con las mentiras, al menos tiene que estar sobre la mesa la posibilidad nocional de detener su desarrollo y, en última instancia, mutilarlos.

Si sabes antes de empezar que llegará la pubertad y revelará la mentira, es menos probable que empieces. No hay una posición intermedia, de mentirles y engañar a los niños temporalmente, sabiendo que en el futuro no podrás detener su desarrollo mental, físico y sexual y, en última instancia, mutilarlos para que la mentira nunca se revele.

No digo que la desintegración se producirá de forma automática, sino que habrá que luchar en cada etapa. Sólo digo que sé dónde progresaremos más rápidamente en este momento y que, una vez que se dé cada paso, el siguiente será claro, porque todo está conectado. Tenemos que seguir dando esos pasos, pero no llegaremos a un callejón sin salida a menos que dejemos de intentarlo.


No tengo muchas esperanzas de que todos vayamos a olvidarnos de la idea idiota de que las personas tienen esencias de género, al menos no en un futuro próximo. Una vez que una idea sale al mundo, es prácticamente imposible volver a meterla en la caja. Pero las consecuencias de mantener esta creencia particular, extraña y dañina, tanto para el creyente como para todos los demás, pueden limitarse. Un niño puede pensar que es del sexo opuesto, o que no tiene sexo, si quiere; incluso puede tener padres que piensen así. Pero si las escuelas están imponiendo reglas basadas en el sexo cuando se trata de espacios y deportes de un solo sexo, y no hay clínicas que ofrezcan la medicina del Ratón Pérez Malvado, el daño será limitado.


Lo mismo con los deportes: si volvemos a los hisopos bucales para verificar que una atleta es mujer antes de que pueda competir en eventos femeninos, deja de importar si un atleta masculino "se identifica como mujer". Puede identificarse a su antojo como mujer en la competencia masculina/abierta.


La tercera cosa que quiero decir sobre cómo abordar el activismo en este campo es esto: no apresurarse y ser muy intencional, en ambas direcciones.


Ayer escuchamos a varias personas hablar sobre la desradicalización y sacar a la gente de las sectas. Y lo que dijeron fue: tómatelo con calma, deja espacio para que la otra persona piense por sí misma y acepta que lleva tiempo.


Sé que es difícil parecer mesurado y racional una vez que has visto que es una tontería de principio a fin. Por ejemplo, no quiero que se permita más la medicina de género. No quiero un ensayo sobre inhibidores de la pubertad ni más revisiones de evidencias, porque esto es simplemente la medicina del Ratón Pérez Malvado.


Pero para alguien bueno y bien intencionado que trabaja en el ámbito de la medicina –alguien como, por ejemplo, un endocrinólogo o un psiquiatra infantil que tiene serias reservas sobre lo que está sucediendo en las clínicas de género pero que no ha liberado su mente de la idea del “niño transgénero” o la “transición”– eso parece extremismo.


Por lo tanto, es tentador, y probablemente esencial, trabajar paso a paso. Pero la historia de los fracasos de las salvaguardas muestra que ese también es un gran problema.


Lo que ocurre normalmente cuando hay un gran fracaso de la salvaguarda es que muchas personas podrían haber hablado, pero no lo hacen porque saben que habrá consecuencias. Es fácil pensar que son cobardes, y tal vez a veces lo sean, pero también tienen razón. Por lo general, piensan algo como: si digo algo, me van a echar de aquí y soy la única persona cautelosa y cuidadosa aquí, así que es mejor que me quede y trabaje dentro del sistema porque si me echan, la siguiente persona será peor. Así que se quedan callados y se quedan, y luego, dos años después, son así de “peores”.


Es el dilema del denunciante: tu trabajo es hablar, pero si lo haces, te castigan, a menudo te echan, y las personas que te reemplazan son peores. Así que te quedas, intentas limitar el daño y mantener tu trabajo, y luego, como dijo Sonia Appleby, te preparan y te conviertes en cómplice.

Es el dilema del denunciante: tu trabajo es hablar, pero si lo haces, te castigan, a menudo te echan, y las personas que te reemplazan son peores. Así que te quedas, intentas limitar el daño y mantener tu trabajo, y luego, como dijo Sonia Appleby, te preparan y te conviertes en cómplice.

No creo que haya mucha gente aquí que haya decidido mantener la cabeza baja, pero otras personas pueden ver el video de esta charla más tarde, así que voy a decir algo a cualquiera que sepa que, de hecho, está trabajando en la escena de un crimen y es consciente de que si denuncia el crimen habrá consecuencias profesionales. Es esto: pregúntate ahora cuál es el límite que no estás dispuesto a cruzar. Escríbelo y colócalo en algún lugar visible, tal vez junto al espejo del pasillo. Y cuando llegues a ese límite, habla. De lo contrario, terminarás siendo cómplice de cosas que nunca, jamás, hubieras creído que aceptarías.

Pregúntate ahora cuál es el límite que no estás dispuesto a cruzar. Escríbelo y colócalo en algún lugar visible, tal vez junto al espejo del pasillo. Y cuando llegues a ese límite, habla. De lo contrario, terminarás siendo cómplice de cosas que nunca, jamás, hubieras creído que aceptarías

Quiero terminar con un punto final, optimista. Hay una “metacosa” que todos podemos hacer, y obviamente no está relacionada directamente con el género. Dije que a lo que nos enfrentamos no es solo a una mentira sobre los dos sexos, es a un hiper individualismo y una hiper subjetividad que niegan todos los estándares, definiciones, juicios sobre lo que es mejor y lo que es peor, lo que podría constituir una buena vida y lo que significa que existe una condición humana.


Y eso significa que si defiendes esas cosas, en cualquier esfera de actividad, entonces estás contraatacando.


Si centras el significado, si haces una buena investigación científica, brindas una buena atención médica o creas arte que revela y recrea el significado, si insistes en la calidad y la belleza, entonces estás haciendo algo que es contrario a la mierda trans y al proyecto del hiper individualismo en general.


Este artículo fue publicado originalmente en Joyce Activated, número 94 del 4 de octubre de 2024.

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